«Un encuentro de placeres no prohibidos»
Es este disco para mí un encuentro con placeres no prohibidos que me sugiere la vida. Castello, Frescobaldi, Fontana… música fresca, naturaleza en esencia que, por medio de su manual de improvisación, adornos, libertad de tiempos así como las relaciones entre ellos, arranca del interior del intérprete esos velos que cuidan de los secretos que hay dentro de nosotros. Universo elemental para rescatar talentos escondidos en un músico, tan difíciles de sacar en estos tiempos de prisas, de dineros, de técnicas y tecnologías.
Placer es este encuentro con Canco López, uno más de los infinitos diarios, para hacer música con este repertorio que nos acompaña desde tiempos lejanos. De su instrumento resulta una amalgama de acordes espontáneos, de tiernas armonías tentadoras que invitan a mi empeño de desenvolverme libremente. Es él mi materia prima siempre deseada y tan querida; mi punto de referencia en un camino musical y de vida. Alguien con quien solo una respiración, un gesto o una mirada es más que suficiente para esa entrada, para el nuevo tempo, para sentir la articulación, la frase… en definitiva, para el mensaje.

¡Qué decir del lujo que es tener cerca a Lete (nombre coloquial de Carlos García)! Su sonido profundo y su activa presencia, trasmite una seguridad maravillosa sobre la que mi violín vuela sin límites. Verdad es que también él lleva años formando parte de este trabajo que ya se convierte en una conversación desenfadada por medio de nuestros instrumentos.
Deleite es poder contar con alguien decisivo al frente de uno de los factores realmente importantes para mí en una grabación, otro elemento que me infunde confianza a la hora de hacer música. Es aquí, en esta grabación (como en la mayoría de las que nacen de Ars Combinatoria), ese personaje que está detrás de los micrófonos: Pablo Barreiro, del Archivo sonoro de la TVG. Su trabajo es todo elegancia y delicadeza que me trasmite tranquilidad y relajación a la hora de afrontar cada toma. Sin dejar de lado ese mágico quehacer tan agradable y sencillo que nos brinda durante la mezcla del cd en su concentrado estudio.
…solo una respiración, un gesto o una mirada es más que suficiente para esa entrada, para el nuevo tempo, para sentir la articulación, la frase… en definitiva, para el mensaje.
Elsa Ferrer
Sobre esos fríos días de grabación en pleno diciembre en la acogedora y colorida iglesia de Pombeiro, recuerdo esas heladas matinales que nos obligaban a ir enfundados con incontables capas de ropa que no nos impedían trasmitir nuestro discurso; es más, convirtieron esas jornadas en algo especial. Amaneceres, tras convivencias en un divino pazo de Ferreira de Pantón, deseosos de llegar a nuestro punto de acción por encima de las condiciones climatológicas.
¡Placer es siempre para mí hacer música bajo el liderazgo de Canco que me invita a soñar con esa dulzura y cariño que conlleva todo lo que cae en sus manos!